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jueves, 5 de agosto de 2010

Memoria

Podemos definir a la memoria como la capacidad para conservar contenidos de vivencias más allá del aquí y ahora, y con la posibilidad de actualizaciones en un momento posterior. (Lersch)

Definición: capacidad de almacenar, procesar y recuperar información que proviene del mundo exterior.
En sentido amplio podemos decir que la memoria es un sistema de almacenamiento y recuperación de la información.
La memoria es una parte crucial del proceso de aprendizaje, sin ella, las experiencias se perderían y el individuo no podría beneficiarse de la experiencia pasada.
No es función separada, sino que es siempre un sujeto determinado el que aprende, recuerda u olvida, por lo tanto las características más importantes de este proceso se darán según la relación que tiene el sujeto con el material.
Es selectiva, depende del interés y la motivación del sujeto, la cual está íntimamente relacionada con la personalidad, la historia vital y el marco sociocultural del mismo.
No debemos olvidar que gran parte de la eficacia de la memoria se consigue de forma inconsciente, y no tenemos muchas formas de operar sobre ellas, solamente facilitar las condiciones de su funcionamiento natural.

Según el autor podemos tomar 3 o 4 pasos básicos de la memoria: percepción, codificación, retención o almacenamiento y recuperación.
 Percepción, (verlo, oírlo o ser consciente de ello por algún sentido). Puede ser involuntaria.

 Codificación (introducirlo), el proceso mediante el cual se prepara la información para almacenarla, organizarla de manera significativa. Ejemplo: letras en palabras, frases en ideas. También sonidos, por su significado. Sólo así puede ser recordada.

 Almacenamiento: para que la información pueda permanecer en la memoria.

 Recuperación: paso crucial, la perfección de la memorización y almacenamiento determinan la eficacia de la recuperación.

Existen numerosos tipos y clasificaciones de la memoria. Según la entrada sensorial, distinguimos entre memoria verbal, visual, olfativa y táctil.
Según Fergus I M Crack y Roberts S. Lockart (1972) hay tres tipos de memoria: sensorial, memoria a corto plazo y memoria a largo plazo.


 Memoria sensorial: (la incorporación entra por los sentidos).

La podríamos comparar con una cámara fotográfica. Durante una fracción de segundos absorbe todos los aspectos que lo rodean en ese momento, haciendo una “copia sensorial” durante un período de la exposición al mismo. Esta información está constituida por la pura realidad de la vida, frente a la cual puede reaccionar introduciéndola o ignorándola. Según George Sperling dentro de la memoria sensorial se pueden ver dos grupos una memoria de forma icónica, basada en la visión o ecóica que es dada por los oídos.


 Memoria a corto (MCP).

Se refiere a la evocación inmediata del material presentado o su evocación un poco más tardía, realizada mediante un reposo ininterrumpido. Tiene una capacidad de almacenamiento reducida, la podemos expandir mediante el fraccionamiento, por ejemplo mediante el fraccionamiento ya sea de palabras o números.
Lo anteriormente percibido es transferido acá. Permanece 20 segundos en este estadío, luego desaparece o pasa a la memoria a largo plazo. Sólo una centésima de la información sensorial que impacta cada segundo contra los sentidos va a llegar a formar parte de la conciencia.
Cuando la información a corto plazo debe mantenerse durante un tiempo “en mente” utilizamos la denominada memoria de trabajo o memoria funcional. La memoria de la cual estamos hablando decae rápidamente, la información se mantiene por un corto tiempo, mediante el repaso podemos retener el material por un transcurso mayor de tiempo. Por ejemplo, cuando leemos un número de teléfono que no tenemos previamente memorizado y lo intentamos retener (generalmente a base de repeticiones constantes) mientras cambiamos de habitación para realizar la llamada telefónica deseada, utilizamos la memoria de trabajo. Este tipo de memoria es muy vulnerable a las interferencias. En la situación anteriormente descrita, si cuando nos dirigimos al despacho para marcar el número de teléfono que estamos momentáneamente reteniendo en mente, nos distraen con una pregunta o simplemente nos saludan, perderemos el número retenido y nos vemos obligados a consultar de nuevo la agenda.
La memoria de trabajo opera cuando no tiene ningún sentido el recordar definitivamente la información obtenida. La recuperación de la memoria a corto plazo es rápida y exhaustiva.


 Memoria a largo plazo (MLP)

La evocación de información después de un intervalo en el que el sujeto ha centrado su atención en otra tarea se considera como memoria a largo plazo. Permite recuperar la información para lidiar con el presente.
La podemos describir como un índice o fichero, debe estar toda la información ordenada para aprovechar al máximo su espacio. Se pude ver como depósito de todas las cosas que no se utilizan en el momento pero que potencialmente pueden recuperarse. Ésta posee una capacidad muy poco limitada. Es prácticamente imposible saber lo que uno sabe, ya que se almacena una cantidad de información que no es fácilmente rescatable. La información a corto plazo, si tiene una fuerte carga emocional, puede consolidarse de forma casi automática y pasar a largo plazo. Por ejemplo, si estamos reteniendo un número de la lotería para comprobar si nos ha tocado, en el caso de que el resultado haya sido negativo pasará al olvido, por el contrario, si ha salido premiado fácilmente recordaremos el número.
La información puede mantenerse desde unos cuantos minutos hasta varios años, pudiendo abarcar la vida entera del individuo. Su codificación es semántica, visual y acústica. Cuanto mas asociaciones se haga con algo será más fácil recordarlo. Sin embargo no podrá recordar todos los detalles de una situación.
El olvido o la pérdida de la información irrelevante es una función necesaria para no saturar el sistema. Es totalmente innecesario registrar de forma permanente todos los hechos que acontecen día a día. Sería inconcebible retener las caras de todas las personas que vemos o retener los menús de todas las comidas realizadas. El olvido permite desembarazarse de la enorme cantidad de información que tratamos cada día y que en el futuro carece de utilidad.

Otro tipo de codificación es mediante el agrupamiento, es decir reuniendo los elementos en categorías.
Hay varios autores que hablan de la existencia de distintos niveles del procesamiento, en este caso tomaremos el modelo de Craik y Lockhart, el cual sostiene que la capacidad de recordar depende de la profundidad con que procesamos la información.
El nivel más superficial está dado por el reconocimiento de una característica sensorial. Cuando se establece la asociación, se da un significado a la impresión y pasa a un nivel más profundo.


¿Qué es lo que recordamos?

Para desarrollar esto podemos hablar de dos efectos;
 Primaria: es la tendencia a recordar aquellos elementos que se aprenden en primer lugar.
En contraposición al punto antes expuesto está el efecto de
 Recencia: cabe recordar el último nombre de una fila de personas.
No debemos olvidar que recordamos de manera más sencilla aquellas cosas que nos resultan raras (efecto de Van Restorff).
El estado de ánimo también influye en nuestra memoria.
Recordamos mejor todo aquello que aprendimos en un estado de ánimo similar. Por ejemplo: dos personas que en estado de ebriedad son íntimos amigos y sobrios están enemistados.

La motivación, incluyendo la intensión de aprender y recordar, también son importantes para la memoria. La actitud de que un nombre, una fecha o una entrevista no deben olvidarse basta para retener el dato convenientemente.

Dentro de las cosas que recordamos podemos nombrar a la memoria vivida, la cual se da en un momento de sorpresa, de “Shock”, de gran significado personal y biológico.

Hay muchas vivencias que no quedan registradas en nuestra memoria, para desarrollar este punto vamos a tomar a Herman Ebbinghaus (1885) que es el primer investigador de la memoria. El nos propone un esquema al que denomina “la curva del olvido”, en el mismo grafica la manera en la cual olvidamos. Explica que al principio olvidamos rápidamente y luego se hace marcadamente más lento.
Con respecto a este tema también podemos hablar del olvido motivado, se da por la represión, la que bloquea los recuerdos tristes, embarazosos o dolorosos o de manera contraria magnifica el pasado, recordando solo la imagen ideal de sí mismo que se gustaría tener.
Freud opina que la represión es un mecanismo de defensa para combatir la ansiedad.

Creemos que hemos olvidado algo porque no podemos reproducirlo o reconocerlo. Pero puede existir un recuerdo o rastro del primer aprendizaje que influye en nuestra conducta. Esto se demuestra con la rapidez que volvemos a aprender el material inicial, a este mecanismo lo denominaremos reaprendizaje.


Bases biológicas de la memoria.

Podemos decir que la memoria es la segunda gran función del cerebro e indudablemente a de estar correlacionada con el desarrollo del mismo.
El estudio de esta capacidad intelectual no ha sido tan intenso como el estudio de la inteligencia hasta el momento, quizá se deba a la complejidad y tipos de memoria existente.
D. O. Hebb en 1949 supuso que las bases biológicas de la memoria a corto plazo son diferentes a la de la memoria a largo plazo.
En cuanto a la memoria a corto plazo él habla de la existencia de un circuito de neuronas, el cual llama círculo reverberante, el mismo se dispara según una pauta repetida produciendo un trazo de memoria, el cual es inestable y no causa cambios en la estructura física del cerebro. Para que el estímulo pase a la memoria a largo plazo debe haber un verdadero cambio físico a nivel del cerebro.


¿En qué parte del cerebro se sitúa la memoria?

El psicólogo Kart S. Lashley pretendía encontrar las huellas o engramas de la memoria en el cerebro. Con este fin, entrenaba ratas para ejecutar determinadas tareas y después lesionaba distintas partes de la corteza cerebral. Tras cincuenta años de trabajo de laboratorio, abandonó la búsqueda del engrama y llegó a la conclusión de que la memoria no tiene una localización cerebral y que la pérdida de memoria va asociada a un efecto de masa, es decir, cuanto más cerebro se pierde más memoria queda afectada.
Lashley tuvo mala suerte porque, poco después de abandonar su trabajo, el neurocirujano W. Scoville descubrió casualmente que existe una estructura cerebral indispensable para la memorización de todos los estímulos sensoriales. Esta estructura básica está formada por la corteza temporal medial y, en especial, por el hipocampo.
El papel del hipocampo en la memorización de los episodios vivimos y de la información pudo ser determinado en los años cincuenta, mediante el estudio del caso H. M. por parte de Scoville y la psicóloga Brenda Milner, quienes describieron que su paciente había perdido de forma casi total la capacidad de memorización de nueva información, tras la extirpación quirúrgica bilateral de los lóbulos temporales mediales. Este caso demostró que la memoria es una función cerebral distinta y disociable de otras funciones mentales, tales como la inteligencia y las capacidades perceptivas. Este paciente, cuarenta años después de la intervención, aún es incapaz de recordar los hechos cotidianos, los nombres nuevos, su nuevo domicilio o la forma y el nombre de los nuevos automóviles.






Memorias excepcionales.

 Mnemonistas, como ejemplo de esta tenemos a aquellas personas que son capaces de recordar detalles excepcionales en un cuadro que vio solo algunos segundos.

 Eidéticos, esta se da principalmente en niños. Esta consiste en seguir viendo una imagen de 2 a 5 minutos luego de retirada de nuestro campo visual. Lentamente la imagen se va debilitando pero no en su totalidad, sino va desapareciendo primero las partes percibidas en primer lugar. Estos niños no se diferencian de sus pares (6 a 12 años) solo difieren en tener una extraordinaria memoria visual.
Estas imágenes no son alucinaciones, ni una forma de memoria fotográfica, ni posimágenes residuales, son solamente manifestaciones de un tiempo distinto de memoria visual.


Alteraciones de la memoria.

El término amnesia, es la pérdida de la memoria. Hace referencia a un trastorno de la función cognitiva en el que la memoria está afectada de una forma proporcionalmente mucho más importante que otros componentes de la conducta o de la función intelectual. Puede originarse en una enfermedad cerebral focal o en una situación traumática psíquica o física. El olvido puede ser total o parcial, abarcando pocos minutos o un período importante de vida. Las amnesias son generalmente reversibles, pudiendo darse una recuperación, parcial o total, súbita o progresiva.
Dentro de la amnesia pueden diferenciarse dos tipos de trastornos de memoria, que varían en gravedad y extensión, pero que se hallan en general de forma conjunta:

 La amnesia anterógrada, o afectación de la capacidad de adquirir nueva información de cualquier modalidad sensorial, se da cuando hay incapacidad de crear nuevos recuerdos.

 La amnesia retrógrada, o afectación de la capacidad de evocar información y sucesos bien establecidos antes del inicio de la enfermedad.
La amnesia retrógrada exacta hechos y episodios, particularmente aquellos que están cerca del momento en el que se produjo la causa de la pérdida de memoria. Puede abarcar incluso períodos de quince años antes del episodio. El síndrome amnésico suele acompañarse de apatía o falta de interés por el entorno, falta de iniciativa y de espontaneidad. La inteligencia, las capacidades de reconocer personas y objetos, de manejarse en la vida cotidiana, el lenguaje oral, la lectura, la escritura, el cálculo y la capacidad de abstracción están, por el contrario, conservados.


Los porqués de la amnesia.

La causa más frecuente de amnesia es el traumatismo craneoencefálico, es decir, las lesiones cerebrales que ocurren como consecuencia de golpes en la cabeza por accidentes de tránsito, agresiones o caídas importantes. En los traumatismos, en general, la amnesia tiene una corta duración pues no acostumbra a abarcar más allá de los treinta minutos antes del accidente. Esta memoria de los hechos vividos durante el accidente no se recuperará jamás.
Hay síndromes como el de Korsakoff (trastorno neurosiquiátrico causado por abuso prolongado y excesivo de alcohol) que producen en el individuo ambos tipos de amnesia, intentando llenar los huecos con detalles incorrectos.
Puede haber personas incapaces de controlar una conversación utilizan el lenguaje pero no pueden pensar en lo que van a decir. Pierden la capacidad de recordad cosas muy actuales, sin embargo pueden mantenerse recuerdos antiguos, como por ejemplo la infancia.

Hay un tercer tipo de amnesia denominada psicógena, es un trastorno causado por una alteración emocional. En esta alteración se puede ver una amnesia retrógrada más grave y marcada que la amnesia anterógrada. Aquellos individuos que padecen este tipo de amnesia a menudo pierden su identidad personan, cosa que es poco frecuente en las otras clases de amnesia.

 Pérdida de la memoria motora, llamada apraxia, se da en los actos voluntarios, no en aquellos que se realizan de manera inconciente. Por ejemplo: si a un individuo le pedimos que se saque la campera no lo puede hacer, porque es un acto conciente, en cambio en otro momento sacársela sin ningún tipo de dificultad.

 La pérdida del reconocimiento sensorial, ya sea de los objetos (exteroceptivos) o de las propias sensaciones internas (interoceptivos), es más conocido como agnosia.

 Las agrafias o alexias se refieren a la imposibilidad de leer o escribir, lo cual puede darse de manera simultánea o por separado. En ambos casos hay olvido del significado de las palabras y dificultad motriz para coordinar los movimientos que suponen el acto de la lectura o escritura.

 A la pérdida del habla la podemos conocer como afasia. Esto trae el olvido del significado de las palabras y dificultad en la modulación para articularlas.


Envejecimiento y memoria.

Las quejas mas frecuentes de memoria, asociadas al envejecimiento, se caracterizan por la dificultad en evocar datos concretos y también en rememorar fragmentos de la propia experiencia vivida.
La capacidad de fijar nueva información, o aprendizaje, es una de las funciones de la memoria mas afectadas por el envejecimiento.
El envejecimiento afecta, en algún grado, la memoria en prácticamente todas sus modalidades: corto, medio y largo plazo, la modalidad verbal o visual.
A veces oímos relatos de hecho que ocurrieron en la primera infancia, en la época de nacimiento y aún durante la vida fetal, esas historias son muy difíciles de creer y más aún de verificar. Se puede observar que el último período fetal o en el recién nacido, hasta el primer año de vida hay una clase muy simple de aprendizaje. Sin embargo los recuerdos durables datan de la niñez.
La retención parece ser menos eficaz con la edad, pero este cambio puede que sea más aparente que real. Los recuerdos de la niñez son a menudo tan claros en la edad avanzada como en cualquier otra etapa de la vida. Muchos ancianos pasan gran parte de su tiempo “reviviendo sus primeras experiencias”.
La decadencia en la retención de hechos recientes puede verse motivada por desventajas en sus aptitudes sensoriales y motrices. Además se ve una disminución en el nivel de motivación.

¿Por qué es tan distinta la memoria del niño a la del adulto?

El niño aprende una enorme cantidad de información de forma prácticamente involuntaria y sin ningún esfuerzo. Este tipo de memoria se denomina memoria incidental o memoria implícita. El niño durante los dos primeros años de vida aprende de forma incidental toda la complejidad de una o más lenguas, retiene melodías, aprende a utilizar instrumentos, etc. Más adelante nos sorprende que, aunque el niño esté jugando y aparentemente distraído, memoriza a la vez lo que oye en la televisión o en una conversación. Todo ello contrasta con la dificultad del adulto para aprender una segunda o tercer lengua.
Para poder realizar nuevos aprendizajes debe recurrir a la voluntad, al esfuerzo, la concentración, la alta motivación y, frecuentemente, a repeticiones sucesivas de la misma información. Este cambio se debe a la pérdida de plasticidad neuronal.

Bibliografía

 Vigotsky Liev Semionovich. Psicología pedagógica. Editorial Aiqué. Buenos Aires.2005.

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